Cuatro Sagrado

Por Luna Godel / Guadalajara, México – Hola, quisiera invitarte a conocer el blog en donde comparto mi universo. Estoy escribiendo una serie sobre los arcanos mayores del tarot. Te comparto el texto de la cuarta carta;

04 – El Emperador:

Después del uno, el cuatro es la creación activa; es la construcción lenta y tenaz, como resultado de acciones anteriores fácilmente determinables, mientras que el origen de la unidad es profunda e indescifrable para el hombre común.

Se dice que el cuaternario es el que servía a los Pitagóricos como fundamento a las leyes del tiempo y el espacio; ellos sostenían que los cuatro primeros números contienen el secreto de la escala musical, su suma (1+2+3+4=10), el número diez, la década, representa el número del universo, la suma de todas las posibles dimensiones geométricas. El cuaternario también representa los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua, y con ellos la multiplicidad del universo material.

El cuarto arcano del Tarot se llama “El Emperador” y es símbolo de las estructuras sociales, familiares y de gobierno, a las que sirve de centro, dándoles un sentido de orden y jerarquía, armonizando las fuerzas dinámicas en las que distribuimos nuestra energía.

Este arcano nos muestra un rey en actitud relajada, su cuerpo se encuentra semi sentado sobre un trono con sus piernas cruzadas, formando un número cuatro, el número de la estabilidad, clave para entender su significado. Sobre su pecho del lado izquierdo, observamos un collar con una piedra verde (el chacra cuatro-corazón). El escudo con el águila simboliza una visión perceptiva aguda sobre los demás, lo que se observa en la posición del cetro y el escudo son símbolos de mando, dominio y poder.

Es la energía que nos gobierna y controla de raíz, ordena nuestras ideas, disciplina las acciones, y nos enseña a cumplir una misión. Simboliza también la paternidad: el buen padre que, una vez que el hijo deja la dependencia con la madre (la Emperatriz), corrige y ordena sus pensamientos y energías, conectándolo con una realidad práctica. Es el principio racional donde cada posibilidad de elección implica restricciones y consecuencias.

Su presencia nos guía hacia la autoafirmación, en cualquier lugar en donde se presenta esta carta nos muestra donde es necesario que enfrentemos una situación o un oponente, llega la necesidad de independencia, de correr nuestros propios riesgos, ampliando la capacidad de pasar por encima de los obstáculos y los momentos superficiales de la vida.

Al mismo tiempo que nos ayuda a enfrentar las presiones, nos ayuda a enfrentar nuestros miedos, defender pasiones, comprometernos con nuestras ideas de forma honesta; nos da la fuerza y el impulso para transformarnos conscientemente.

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Fuente: FRECUENCIA INVISIBLE – Viaje al universo interior

Revista Digital UNIVERSO Nueva Era