Por Luna Godel / Guadalajara, México – Hola, quisiera invitarte a conocer el blog en donde comparto mi universo. Estoy escribiendo una serie sobre los arcanos mayores del tarot. Te comparto el texto de la sexta carta;
06 – Los Enamorados:
“Los enamorados”, la carta que define el libre albedrío como el espíritu creativo que nos distingue, que nos conecta con el alma, que nos transmuta en seres que pueden lograr cualquier cosa.
El inconsciente habla por medio de símbolos y arquetipos, cualquier búsqueda a través del Tarot, como una herramienta simbólica, solo nos muestra las emociones o los pensamientos que nos negamos a escuchar, mostrándonos el camino que necesitamos conocer.
Un joven al centro y dos mujeres, una a la derecha y otra a la izquierda. Este joven aprendiz de mago, se encuentra descubierto, de pie e inmóvil, mientras las mujeres apoyan una mano sobre sus hombros, señalando con la otra los dos caminos que puede recorrer.
La estampa puede también mostrar una pareja de amantes, modificación que debido al nombre de la carta hicieron algunos ilustradores; y que son variaciones, justificadas o no, que la baraja ha sufrido con el tiempo.
Sin embargo, esto no altera su significado; la carta muestra la prueba a la que se somete a un posible iniciado; una decisión que tendrá que tomar y en ella está su transformación; es decir se asume con ello una responsabilidad.
Como todo proceso personal, la decisión está en nosotros mismos, no hay figura de autoridad a quien se pueda recurrir en busca de ayuda, debemos buscar en nosotros mismos la fortaleza para esta confrontación; y debemos asumir toda la responsabilidad de nuestra resolución. Es la consecuencia natural del libre albedrío.
Tenemos que tener presentes que las imágenes en el tarot manifiestan la fuerza que representa la carta, el joven del centro, habla de la polaridad positiva; lo que debemos interpretar independientemente del sexo de nuestro cuerpo; puede ser una mujer que no es consciente de su lado masculino interior, generándole constantemente conflictos con todo lo masculino que encuentra en el mundo exterior, adoptando formas de expresión que no puede controlar, que tiene que aprender a reconocer para trabajar y así poder equilibrar.
La polaridad en el humano, lo conecta, relaciona y complementa; la parte positiva es la parte activa, se considera masculina, es de naturaleza eléctrica y es el lado que “seduce”; la parte negativa, es la parte sensible, se considera femenina, es de naturaleza magnética y por ello es el lado que “atrae”.
Las pasiones y la conciencia, parecen no pertenecer al mismo plano de las ideas. Pero este antagonismo, cuando se transmuta en amor, constituye una fuerza poderosa representadas en la carta por la atracción lunar femenina; una es evolutiva, la otra significa continuar el camino hasta estar listos para un cambio esencial.
Amar a otro, debería ser un acto objetivo; un suceso que indique la capacidad de decidir conscientemente sobre las emociones y los sentimientos. De otra forma, solo nos dejamos llevar por el enamoramiento, como un acto inconsciente que nos sucede y no podemos controlar.
Como dígito a esta carta le corresponde por ello el número seis, simbolizada geométricamente por la estrella de seis picos, también llamada de David o Sello de Salomón. Representado por dos triángulos unidos concéntricamente, donde uno apunta hacia arriba y otro hacia abajo; es decir direcciones opuestas que dan como resultado una figura armónica, una decisión equilibrada.
La invitación de la carta es a definirnos, a usar todas las herramientas que nos han sido otorgadas para conectar con nuestras emociones más profundas y convertirnos en seres amorosos que usan su libre albedrío para conseguir cualquier cosa.
Tenemos que tener presente que el amor que recibimos, es el que tenemos dentro de nosotros mismos y proyectamos al exterior.
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Fuente: FRECUENCIA INVISIBLE – Viaje al universo interior
Revista Digital UNIVERSO Nueva Era
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