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¿PAZ ESFÉRICA?
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Sierra Leona
tiene apenas 71. 000 km2. de extensión por 4 Millones y medio de habitantes; una
esperanza de vida de 37 años, y una tasa de alfabetización de 31%. En el “Indice
de Desarrollo” de las Naciones Unidas (que baraja las tasas de escolaridad,
alfabetización, poder adquisitivo, etc...), figura en el puesto Nro. 162
sobre... 162 países... Sin embargo, su
Estadio principal –"Nacional Stadium”
– es casi tan grande como para albergar la décima parte de la población
total de su capital: Freetown – "Ciudad Libre" –, no hace mucho, invadida por 20
mil guerrilleros y ocupada por 17.500 “cascos azules” de la ONU asi como unos
cuantos miles de soldados británicos acudidos en mayo 2000 luego del secuestro de
500 “Soldados de la Paz”...
No por nada
dicen allí, en esta oeste africana “Sierra de Leones”, que el fútbol es una
diosa; e, que, incluso, pueda llegar a ser asunto de Estado... Luego de la
hipercruenta guerra civil que estalló en 1991, muchos equipos quedaron
desmembrados (...) y al restablecerse la paz urbana se fundaron curiosos equipos
formados por gente desplazada – de ahí el nombre de algunos nuevos equipos de la
palestra futbolística como “Displaced
Stars” (Las Estrellas Desplazadas) – actuando bajo protección de los
militares británicos y los “cascos azules”...
que, sea dicho de paso, tenían también sus propios ligas... y solían
disputar partidos contra algunos de estos singulares equipos antes mencionados –
además de otros, no menos singulares, compuestos por... ex guerrilleros... que
la misma ONU tuvo que enfrentar
militarmente al intervenir en los años 90... ¡¡¡Historia,
historia!!!...
Pero hay más
y es apenas creíble: resulta que la pasión por la diosa del fútbol en Sierra
Leona llevó a muchas víctimas a rehacerse una salud (además de una identidad)
para poder chutar una esférica, no obstante... padecer, muchas de
ellas, extremas limitaciones corporales, como el caso de los jugadores de
equipos conformados exclusivamente por...
mutilados – de una pierna, una mano o un brazo….
Sin embargo,
lo más terrible aún de esta historia es que la creación de estos equipos de
fútbol sierraleoneses integrados por mutilados no hubiera sido posible –
perdonarán esta macabra referencia – sin la ferocidad de unos 4000 niños
guerrilleros entre 7 y 14 años de edad, reclutados a la fuerza por un líder
“iluminado” llamado “Papá” Sandokh (posteriormente enjuiciado por la Corte
Internacional de La Haya, Holanda) que, dicen los observadores corresponsales de
prensa extranjeros, los alimentaba con (escasa) comida (pero) rellena... de
cocaína... No hay duda que el tal “papá
Sandokh” (que, dijeron algunos de sus antiguos compañeros, rezaba a “dioses
extraños”,
incluso, desconocidos en Africa) tenía una mente
endemoniada. ¿Su especialidad? Utilizaba infantes
raptados y drogados para mutilar sistemáticamente, manos y
piernas, a la población civil que se oponía a su
(personal) “Larga Marcha” cuando llegó a ocupar hasta 60% del territorio de
Sierra Leone... Su insana mental llegó
incluso a tipificar el tipo de castigo: según la gravedad de la falta, lo
llamaban “manga corta” - amputación
del brazo hasta el codo o la rodilla; o “manga larga” - amputación a nivel del
muñeco o del tobillo!...
En Enero
2002, bajo el auspicio de las Naciones Unidas, se instaló en Freetown, por
primera vez, una Comisión llamada “Verdad y Reconciliación”
para llevar ante un tribunal africano al estilo del Tribunal
Internacional de La Haya (Holanda) el tal “papá
Sandokh” y su ejército de ex niños ex mutiladores,
hoy, reconvertidos... en adoradores de la diosa fútbol...
al pie de cuyo altar, sin duda, tendrán oportunidad de enfrentar
“pacíficamente” algunos de sus antiguos
“enemigos”... hoy mutilados... pero no menos
decididos a vengarse, pelota al pie (el otro)... bajo la mirada de los
“soldados de la paz”... al origen de esta singular “pax
esférica”...
Como
dijo un director de escuela de Porto Loko, antiguo puerto
sierraleonés de salida de esclavos raptados en el tramonte:
“...La pelota favorece la reconciliación nacional...
apacigua los traumas psicológicos... durante los partidos, los
alumnos olvidan el estrés que llevan adentro...”. Sin
duda, entre los días 31 de mayo y 30 de junio, con motivo de la
Copa del Mundo de Fútbol 2002, mucho tuvieron que hacer para
“apaciguar sus traumas psicológicos” los habitantes
de Murray Town, un barrio en las afueras de Freetown, exclusivamente
poblado... por “mangas largas” y mangas
cortas”... También, mucho tuvieron que hacer para
olvidar el estrés pasado porque, si bien, luego de un receso de
varios años, sí podrán vitorear algunos de sus
equipos locales favoritos en el gigantesco “Nacional
Stadium” de Freetown (“incapacitado” durante todo el
conflicto bélico pero re- inaugurado no hace mucho por la ONU)
lo más seguro es que, casi fatalmente, tendrán (los
“mangas cortas” y “mangas largas” de Murray
Town y demás ciudades de Sierra Leona) que compartir las gradas
de este emblemático estadio con algunos otros fanáticos
de fútbol... ex-mutiladores - los mismos, por cierto, pero
ya creciditos y “reconciliados”, que no hace muchos
años, les cercenaron algún miembro..., precisamente,
allí, abajo (¡como si todas las dictaduras tenían
la misma afición!) en el hoy preciosamente remozado
rectángulo verde con un “ground” frescamente
cortado... quien sabe si por algún obrero “manga
corta”... o un ex- púber guerrillero, hoy, joven adulto
cortador de grama... por gracia de la paz esférica...
Luego de esta
historia, ¿alguien todavía duda que “la pelota favorece la reconciliación
nacional”? ... Claro, sí, ¡pero a qué precio! ...
junio de 2010
Rev Dig UNIVERSO Nueva
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